A día de hoy, la Champions League es lo único que le queda al Real Madrid para salvar una temporada en la que por culpa de varios temas extradeportivos no está dando su mejor versión. Bueno, también está por ver la vuelta de la semifinal de Copa del Rey contra el Barça. Muy interesante. Justo lo contrario al partido de ayer en el Bernabéu.
A sabiendas de el planteamiento de Sir Alex, Mou puso toda la carne en el asador. El faro del conjunto merengue fue CR7. El portugués estuvo a su nivel, explosivo como pocos y con esas galopadas en diagonal hacia la portería contraria. El hecho de enfrentarse al equipo que le ayudó a forjarse no frenó a Cristiano. Ni mucho menos. Es más, lo impulsó a dar un salto estratosférico, a la altura de los de Santillana, para rematar un balón centrado por Coentrao al fondo de la red de "Van der Gea", del que luego hablaré. Por cierto, el lateral izquierdo jugó un muy buen partido ayer.
Pero un equipo no es solo su estrella en plena forma. Los Özil, Alonso y Varane, cada uno en su respectivo papel, fueron superiores a sus contrincantes. Mesut y Xabi pasaban por encima de Carrick y Jones una y otra vez. Y cuando perdían la pelota, ahí estaba el joven francés para barrer a Van Persie y Welbeck (excepto una dura entrada por detrás a éste último).
Benzema, como nos lleva acostumbrando esta temporada, no estuvo fino. No se encontraba en su sitio a la hora de atacar y sibajaba a defender a la hora de pegar el contragolpe estaba desfondado. Mou pensó que el "Pipa" mejoraría su actuación, pero no fue así. Tiró más a puerta, pero no era su día.
En cuanto al Utd, el planteamiento fue inteligente. Cerrarse atrás en campo rival y ante un equipo maestro en el contraataque dejando a su máximo artillero y a su escudero (Van Persie y Welbeck respectivamente) fue la clave para no salir con un resultado malo. Rooney fue sacrificado y le tocó defender, concepto que se le escapa al inglés. De Gea estuvo imperial. Su técnica de despeje con una mano abierta y otra con el puño cerrado, acompañada con un poco de karate en una ocasión, fueron suficientes para ser, con permiso del goleador Welbeck, el hombre del partido para los "Red Devils".
Empate a uno. Todo por decidir. CR7 volverá a la que fue su casa y Mou a su más que posible país favorito para entrenar. Será interesante ver si el Manchester continúa defendiéndose o saldrá al ataque. Old Trafford lo dirá...
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